martes, 28 de diciembre de 2010

La nueva ley anti tabaco

Ya era hora de que se pusiera coto a la dictadura que han venido imponiendo siempre os fumadores.

Por la fuerza de los hechos consumados, los fumadores campaban a sus anchas por todos los lugares públicos y privados en España, establecimientos, oficinas, parques, colegios (recuerdo a mis profesores fumando tranquilamente en clase, allá por los años 70 y 80), y sobre todo, en los lugares de ocio, discotecas, restaurantes...
 
Los no fumadores hemos transigido con una situación que se ha venido dando siempre "de facto", hasta el punto de que los extraños éramos nosotros.

Desde que tengo recuerdos, el tabaco ha estado siempre presente en nuestras vidas. Poco a poco, a lo largo de los últimos años, ha ido desapareciendo de algunos sitios. Aunque ahora parezca el más remoto de los pasados, no hace tanto tiempo que mis compañeros de clase fumaban en el instituto o la universidad, y los compañeros de trabajo fumaban en la oficina. Cuando se prohibió el tabaco en los centros de trabajo también se pensó que sería un gran problema, pero la sociedad se acostumbró, no se produjo ningún trauma y todos fuimos un poco más libres.

Sin embargo, todavía quedaba dar un paso más. En la vida cotidiana sigo sufriendo las colillas en la playa o en los parques infantiles (que tienen miedo de provocar un incendio en la papelera con la colilla, dicen) y sigue siendo normal que un padre se fume un cigarrillo mientras lleva a su hijo pequeño de la mano, lo cual me parece una atrocidad tolerada.


Ahora se ha dado la vuelta a la tortilla. Ya no se podrá fumar en restaurantes, bares, parques, etc... Los fumadores, después de haber estado campando a sus anchas durante siglos, ahora se consideran atacados por una ley demasiado severa, según ellos. Siguen sin darse cuenta del impacto que tiene para los demás (y para ellos mismos) el inocente hecho de fumarse un simple cigarrillo.

Por mi parte, estoy deseando que llegue el día en que pueda entrar en un recinto sin temor a que mi ropa salga impregnada de ese desagradable hedor, que pueda ir a un restaurante con la tranquilidad de saber que mi comida no sabe a humo, y que no habrá un vecino de mesa importunándome con su pestilente puro.

Sólo faltan 4 días. Por fin la sociedad ha entendido que la otra parte también tiene derechos.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Conversando con uno mismo...

Ciertas cosas que están ocurriendo últimamente me tienen un poco preocupado. No puedo entrar en más detalles porque no sé quién leerá esto, sólo sé que en los momentos difíciles hay que seguir adelante, con optimismo y confianza, y no mirar atrás. Sin embargo no he podido evitar recordar una lectura de mis tiempos de universidad, o incluso antes, hace más de 20 años, cómo pasa el tiempo...

Esto es lo que -creo recordar- era un poema de Víctor Manuel San José (sí, el cantautor, que aparte de canciones también escribía letras sin música en sus tiempos mozos):




He conversado largamente con mi desesperación.
Hemos delimitado los terrenos.
En adelante, ella ocupará tres cuartos de mi alma, y el otro
será un pequeño templo de esperanza.


Ha jurado respetar mis ideales. Sueños.
Entre medias palabras insinuantes,
aseguró que siempre hay tiempo
para alcanzar la verdad en este mundo
y que ella, con sus fuentes emanantes, sublimes,
intercederá, para dejar mi pecho a salvo de verdades
y poder concluir así, felizmente vacío,
en una clínica mental.


Víctor Manuel San José 


La verdad es que no sé por qué me he acordado hoy de este poema, hasta el punto de querer transcribirlo, lo más literalmente que he podido, si no me traiciona la memoria. Bueno, pues aquí queda.

Tampoco es que en estos momentos me esté visitando la desesperación. Afortunadamente uno ya está muy tranquilo a todos los niveles, laboral, personal y familiar. Pero tampoco viene mal un poco de reflexión de vez en cuando, para mantener el equilibrio emocional.

Esta foto es de uno de los lugares donde más paz encuentro para conversar conmigo mismo...

lunes, 29 de noviembre de 2010

Tipos de personalidad, fortalezas y debilidades

Hace un tiempo que en mi empresa nos dan cursos de inteligencia emocional, en los que una buena parte está dedicada a la explicación del "eneagrama". Demasiado complejo para ser explicado en un artículo breve, resulta muy interesante entender cómo es la personalidad de alguien y cómo maneja sus emociones en función del grupo al que pertenece. Hay una tendencia entre ciertos directores de recursos humanos que pretenden diversificar la compañía con el objetivo de aprovechar las fortalezas de las diferentes personalidades. Está, sin embargo, el riesgo de que aparezcan destacados los puntos débiles de la personalidad de cada uno de ellos, que también pudiera ocurrir.

En fin, quizá sea difícil de entender para el público que no ha asistido a uno de estos cursos, pero a modo de breve recopilación voy a describir los diferentes grupos. Hay muchas referencias que se pueden consultar, empezando por Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Eneagrama_de_la_Personalidad), http://www.eneagrama.com/,  "El Mundo de las Emociones" (http://elmundodelasemociones.com/) y muchos más...


En el siguiente enlace hay un test para descubrir la tipología de personalidad de cada uno:
http://www.personarte.com/test.htm



A continuación exponemos con detalle los tipos de personalidad según el "eneagrama":
Tipo 1. El REFORMADOR. El tipo racional, idealista, de sólidos principios, determinado, controlado y perfeccionista. "Tengo una misión en la vida."

Miedo básico: ser "malo", defectuoso, perverso, corrupto
Deseo básico: ser "bueno", equilibrado, íntegro
El tipo Uno con ala Nueve: "el Idealista"
El tipo Uno con ala Dos: "el Abogado"

Al tipo de personalidad Uno lo hemos llamado el reformador, porque estas personas creen tener una misión en la vida, lo que las lleva a desear mejorar el mundo de diversas formas, utilizando el grado de influencia que poseen. Se esfuerzan por superar la adversidad, sobre todo la adversidad moral, para que el espíritu humano brille y cambie las cosas. Trabajan por valores elevados, incluso a costa de grandes sacrificios personales. La historia está llena de personas tipo Uno que han abandonado vidas cómodas para hacer algo extraordinario, porque creían que algo superior las llamaba a hacerlo. Durante la Segunda Guerra Mundial, Raoul Wallenberg abandonó su cómoda vida de clase media para trabajar en la protección de miles de judíos europeos de los nazis invasores. En India, Gandhi dejó a su esposa, su familia y su próspera vida de abogado para convertirse en defensor itinerante de la independencia de su país y promotor de cambios sociales no violentos. En Francia, Juana de Arco dejó su pueblo para restablecer en el trono al delfín y expulsar del país a los ingleses. El idealismo de cada uno de estos Uno ha inspirado a millones de personas.

Resumen de Perfil para Tipo de Personalidad Uno

Sanos. Los tipo Uno sanos son escrupulosos y poseen un profundo sentido del bien y del mal así como valores morales muy sólidos. Son racionales, razonables, autodisciplinados y moderados. Éticos en extremo: la verdad y la justicia son valores fundamentales. La integridad y la rectitud los convierten en sobresalientes maestros morales. En su mejor estado: se vuelven extraordinariamente sabios y juiciosos. Al aceptar las cosas como son,
adquieren un sentido increíble de la realidad y saben qué hacer en cada situación. Humanos, inspiradores y tolerantes: la verdad será escuchada.
 
Promedio. Los tipo Uno promedio no están satisfechos con la realidad y empiezan a sentir que ellos deben mejorar las cosas a su alrededor; son defensores, críticos e idealistas. Buscan razones a todo y explican a los demás cómo deben ser las cosas. Tienen miedo de cometer errores; todo debe ser consecuente con sus ideales. Son ordenados, pulcros, metódicos, bien organizados, lógicos, detallistas, aunque muy rígidos. Con frecuencia
tienden a trabajar compulsivamente. Son muy puntuales, pedantes y un tanto fastidiosos. Llegan a ser muy críticos de sí mismos y de los demás; son melindrosos, perfeccionistas y juzgan todo. Siempre tienen una opinión acerca de todo; corrigen y fastidian a los demás para que hagan lo que ,según ellos, es "lo correcto". Son impacientes y nunca están satisfechos con nada a menos que se hagan las cosas como ellos las ordenen. Generan juicios morales todo el tiempo; se enojan con indignación, son regañones y represores.
 
Malsanos. Pueden llegar a ser muy dogmáticos, moralistas, intolerante e inflexibles. Empiezan a ver las cosa con base en absolutos: ellos tienen la verdad; todos los demás están equivocados. Pueden llegar a ser muy severos en sus juicios al mismo tiempo que racionalizan todos sus actos. Se vuelven obsesivos con las imperfecciones y los errores de los demás; sin embargo, pueden caer en contradicciones al hacer lo contrario de lo que predican. Condenan a los demás y pueden ser crueles y punitivos para deshacerse de los que ellos consideran "malhechores". Llegan a caer en depresiones severas, crisis nerviosas y existe la posibilidad de intento de suicidio.
 
Motivaciones clave. Desean hacer lo correcto, esforzarse y mejorar todas las cosas, ser constantes con sus ideales, justificarse a sí mismos, estar más allá de las críticas para no ser condenados por nadie.
 
Ejemplos. Mahatma Gandhi, Hilary Clinton, Al Gore, Juan Pablo II, Sandra Day O’Connor, John Bradshaw, Bill Moyers, Martha Stewart, Ralph Nader, Katherine Hepburn, Harrison Ford, Vanessa Redgrave, Jane Fonda, Meryl Streep, George Harrison, Celene Dion, Joan Baez, G.B Shaw, Noam Chomsky, Michael Dukakis, Margaret Thatcher, Rudolph Guliani, Jerry Brown, Jane Curtin, Gene Siskel, William F. Buckley, Osama Bin Laden, la "Church Lady" y "Mr. Spock"


Tipo 2. EL AYUDADOR. EL TIPO AFECTUOSO, AMIGABLE, EFUSIVO, GENEROSO, COMPLACIENTE Y POSESIVO. "Me interesan las personas."

Hemos llamado el ayudador a este tipo porque las personas que pertenecen a él son o bien auténticamente serviciales con los demás o, cuando están menos sanas, les interesa muchísimo considerarse como tales. Ser generosas y desvivirse por los demás las hace pensar que su forma de ser es la más preciosa y la que tiene más sentido. El cariño e interés que sienten, y el verdadero bien que hacen, les alegra el corazón y hace que se sientan valiosas. Los Dos están muy interesados en lo que ellos consideran las cosas realmente buenas de la vida: el amor, la intimidad y la comunicación, la generosidad, la familia y la amistad. 

Miedo básico: no ser amado ni deseado
Deseo básico: sentirse amado
El tipo Dos con ala Uno: "el Servidor"
El tipo Dos con ala Tres: "el Anfitrión"
 
Resumen de Perfil para Tipo de Personalidad Dos
 
Sanos. Los Tipo Dos sanos son capaces de mostrar empatía, son compasivos y manifiestan una gran sensibilidad con y por los demás. Se ponen en lugar de otros; son muy cariñosos y se preocupan por las necesidades ajenas. Son sinceros, afectuosos, condescendientes y atentos; desempeñan un rol paternal que les permite ver lo bueno en los demás. El servicio es importante ,sin embargo, también consideran esencial cuidar de sí mismos; asimismo, son muy entregados, dadivosos y serviciales; son personas extremadamente amorosas. En su mejor estado: se vuelven profundamente desinteresados, desprendidos y altruistas;  ofrecen amor incondicional sin expectativas de retribución. Sienten que es un privilegio estar en la vida de los demás.
 
Promedio. Los tipo Dos promedio desean estar cerca de los demás para poder complacerlos y de tal manera se vuelven muy amistosos, capaces de demostrar sus emociones, efusivos y llenos de "buenas intenciones" respecto a todo. El "amor" es su valor supremo y hablan todo el tiempo de él. Llegan a ser excesivamente íntimos, demasiado solícitos e intrusos: necesitan ser necesitados por lo que interfieren demasiado en la vida de los demás con el pretexto de ser un "amigo cariñoso". Desean que las personas dependan  de ellos; cuando dan algo, esperan siempre algo a cambio y con frecuencia mandan dobles mensajes. Cada vez más engreídos y presumidos, se sienten indispensables (mientras sobrestiman lo que hacen por todo el mundo) y sienten que todos los demás les deben por lo que han recibido. Navegan por el mundo con aires de superioridad y se tornan
arrogantes y despóticos. Los tipo Dos promedio esperan que todo el tiempo se les agradezca y se les honre por su bondad. Pueden convertirse en hipocondríacos o desempeñar el papel de mártires debido a sus buenas obras a favor de los demás.
 
Malsanos. Al sentirse poco apreciados, Los tipo Dos malsanos se resienten y se quejan con  amargura. Se engañan en extremo respecto a sus motivos y a sus actitudes agresivas y egocéntricas. Son individuos manipuladores que funcionan sólo en beneficio propio destruyendo con alevosía a la gente y explotando su culpa y sus debilidades. Comienzan a hacer observaciones despectivas y humillantes; poco a poco se vuelven coercitivos y dominantes; sienten que tienen derecho a obtener cualquier cosa que deseen: el pago de viejas deudas, dinero, favores especiales. Son capaces de racionalizar y justificar cualquier cosa que hagan ya que se sienten víctimas y objeto de abuso por la ingratitud de los demás. La somatización de sus agresiones da como resultado problemas crónicos de salud puesto que los tipo Dos malsanos se justifican cuando se ‘derrumban y los demás se hacen cargo de ellos.
 
Motivaciones clave. Quieren ser amados, expresar sus sentimientos hacia los demás, ser necesitados y apreciados, que la gente les responda para que de esta manera puedan justificar los reclamos que tienen sobre sí mismos.

Ejemplos. La Madre Teresa, Barbara Bush, Eleonor Roosevelt, Leo Buscaglia, Mónica Lewinsky, Dolly Parton, Bill Cosby, Barry Manilow, Lionel Ritchie, Kenny G, Luciano Pavarotti, Lillian Carter, Sammy Davis Jr., Martin Sheen, Robert Fulghum, Alan Alda, Richard Thomas, Jack Paar, Sally Jessy Raphael, Desmond Tutu, Ann Landers,  Melanie Hamilton y el Dr. McCoy (Star Trek).


Tipo 3. EL TRIUNFADOR. EL TIPO PRAGMÁTICO, ORIENTADO AL ÉXITO, ADAPTABLE, SOBRESALIENTE, AMBICIOSO Y CONSCIENTE DE SU IMAGEN
"Si trabajo mucho sé que seré capaz."

Hemos llamado el triunfador a este tipo de personalidad porque cuando los tres están sanos, son verdaderamente capaces y triunfan en muchos aspectos tic la vida. Son las "estrellas" de la naturaleza humana, y la gente suele admirarlos por su estilo y sus logros personales. Saben lo agradable que es desarrollarse y aportar al mundo sus capacidades. También disfrutan motivando a los demás a consecuciones personales mayores de las que se creen capaces de realizar. Encarnan lo mejor de una cultura y los demás ven reflejados en ellos sus esperanzas y sueños. Los Tres suelen tener éxito y caer bien porque, de todos los tipos, son los que más creen en ellos mismos y los más partidarios de desarrollar sus talentos y capacidades. Actúan como modelos y dechados debido a su extraordinaria encarnación de las cualidades que valora la sociedad. Cuando están sanos saben que vale la pena el esfuerzo de ser "lo mejor que pueden ser". El éxito en sus empresas estimula a los demás a trabajar en su propio desarrollo. 

Miedo básico: no valer, no tener ningún valor aparte de sus logros
Deseo básico: sentirse valioso, aceptado y deseable
El tipo Tres con ala Dos: "el Encantador"
El tipo Tres con ala Cuatro: "el Profesional"

Resumen de Perfil para Tipo de Personalidad Tres
 
Sanos. Los tipo Tres sanos son seguros de sí mismos, se sienten deseables y gozan de una  alta autoestima; creen en ellos mismos y en su propio valor. Adaptables, energéticos, a menudo atractivos, encantadores y populares. Ambiciosos para perfeccionarse y para ser los mejores. Con frecuencia sobresalen en algún aspecto y son verdaderamente admirables; un ideal humano que encarna cualidades muy respetadas. Los demás quieren ser como ellos e imitar sus logros. Buenos comunicadores, motivadores y promotores; saben como presentar algo en forma aceptable y atractiva. En su mejor estado: se aceptan a sí mismos, se guían por normas propias, llegan a ser genuinos y auténticos; son todo lo que parecen ser. Modestos y caritativos. Tienen un sentido del humor especial así como un gran corazón. Son gente noble, amable y considerada.
 
Promedio. Los tipo Tres promedio se preocupan competitivamente por mostrarse superiores a los demás: se comparan con otros en busca de éxito, estatus y prestigio. Son escaladores sociales para quienes es importante la exclusividad, la carrera y el hecho de ser un "triunfador". Pragmáticos, eficientes y orientados a metas; sin embargo, también son calculadores y pierden contacto con sus sentimientos bajo la apariencia de ser fríos. Se
vuelven conscientes de su imagen y están muy preocupados por la forma en que los demás los perciben, por proyectar la imagen adecuada, por decir lo correcto y por presentarse según las expectativas. Se convierten en camaleones según el contexto al que se enfrenten. Surgen problemas con el compromiso, con la intimidad así como con la deshonestidad y la falsedad. Desean impresionar a los demás con sus aires de grandeza  siempre tratando de aparentar ser mejores de lo que realmente son. Narcisistas y pretenciosos; se sienten especiales, llenos de amor propio inflado y con expectativas grandiosas respecto a sí mismos y a su potencial. Son arrogantes y exhibicionistas, como si estuvieran diciendo: ¡Mírenme! a medida que despiden hostilidad y desprecio por los demás.
 
Malsanos. Puesto que temen al fracaso y a la humillación, los tipo Tres malsanos pueden llegar a ser explotadores y oportunistas y van a hacer lo que sea para mantenerse arriba, incluso a costa de los demás. Pueden llegar a ser viles, inmorales, mentirosos patológicos y pueden aprovecharse de las demás personas de cualquier modo posible. Llenos de celos, sabotean y traicionan con malicia a la gente apuñalando por la espalda a amigos y colegas y arruinando reputaciones así como relaciones por la sensación de triunfo que ello les brinda. Por último, se tornan vengativos y sádicos, siempre con la intención de arruinar a los demás. Tendencias violentas y sicópatas con posibles tendencias asesinas.

Motivaciones clave. Quieren reafirmarse, distinguirse de los demás, ser el centro de  atención, ser admirados e impresionar a la gente. 

Algunos ejemplos los tenemos en Bill Clinton, Elvis Presley, John Travolta, Christopher Reeve, Shania Twain, Paúl McCartney, Sharon Tate, Dick Clark, Jane Pauley, Kathie Lee Gifford, Tony Robbins, Sylvester Stallone, Arnold Schwarznegger, Billy Dee Williams, Madonna, Ted Danson, Truman Capote y O.J. Simpson.


Tipo 4. EL INDIVIDUALISTA. EL TIPO SENSIBLE, RESERVADO, EXPRESIVO, DRAMÁTICO, ENSIMISMADO Y TEMPERAMENTAL

Hemos llamado el individualista a este tipo porque los Cuatro mantienen su identidad considerándose fundamentalmente diferentes a los demás. Creen ser distintos a los demás seres humanos y que, por lo tanto, nadie puede comprenderlos ni amarlos lo suficiente. Suelen pensar que poseen talentos únicos, dones especiales, fuera de serie, pero también que tienen desventajas o defectos únicos. Más que cualquier otro tipo, los Cuatro conocen muy bien sus diferencias y deficiencias personales y se centran en ellas.
Los Cuatro sanos son sinceros consigo mismos: reconocen todos sus sentimientos y son capaces de ver sus motivos, contradicciones y conflictos emocionales sin negarlos ni edulcorarlos. Es posible que no les guste lo que descubren, pero no intentan racionalizar sus estados; tampoco tratan de ocultarlos, ni a ellos mismos ni a los demás. Están dispuestos a revelar cosas muy personales que podrían ser vergonzosas, porque están resueltos a comprender la verdad de sus experiencias, para descubrir quiénes son y hacer las paces con su historia emocional. Esta capacidad también les permite resistir el sufrimiento con serena fuerza. El conocimiento de su naturaleza más oscura les hace más fácil procesar experiencias dolorosas que podrían abrumar a otros tipos. 

Miedo básico: no tener identidad ni importancia personal
Deseo básico: descubrirse a sí mismo y su importancia; crearse una identidad
El tipo Cuatro con ala Tres: "el Aristócrata"
El tipo Cuatro con ala Cinco: "el Bohemio"
 
Resumen de Perfil para Tipo de Personalidad Cuatro
 
Sanos. Los tipo Cuatro sanos son individuos introspectivos, conscientes de si mismos, eternos buscadores de su "ser interior" que siempre están en contacto con sus sentimientos e impulsos internos. Son sensibles e intuitivos respecto a sí mismos y a los demás así como compasivos, atinados, discretos y respetuosos. Los tipo Cuatro sanos tienden a ser autoexpresivos, muy personales, individualistas, siempre fieles a sí mismos, emocionalmente honestos y auténticos. Tienen una visión irónica de la vida y de sí mismos; pueden ser serios y graciosos, vulnerables y fuertes en su interior. En su mejor estado: muy creativos en lo que respecta a la expresión personal y universal; es posible que esta creatividad se manifieste en una obra de arte. A nivel personal se vuelven regeneradores y autorenovadores. Tienen una cualidad autocreativa capaz de transformar sus experiencias en algo valioso.
 
Promedio. Los tipo Cuatro promedio dan una orientación artística, estética y romántica a  la vida revelando sentimientos personales a través de algo hermoso. Intensifican la realidad mediante la fantasía, la imaginación y los sentimientos apasionados. Para estar en contacto con los sentimientos, interiorizan todo y toman todo de manera personal; sin embargo, se vuelven hipersensibles, introvertidos, tímidos, ensimismados y malhumorados, incapaces de se espontáneos o de "salirse de sí mismos". Se mantienen al margen para proteger su autoimagen y para "ganar tiempo" para así poder ordenar sus sentimientos. Poco a poco empiezan a sentir que son diferentes a los demás y sienten que no pueden ser felices como todas las demás personas. La autocompasión y la envidia los conduce a distintas clases de autoindulgencia, a convertirse en seres decadentes y a revolcarse en un mundo de sueños, ilusiones y expectativas poco realistas. Asimismo, se vuelven poco prácticos, improductivos, ineficaces y muestran actitudes rebuscadas.
 
Malsanos. Cuando sus sueños fracasan, los tipo Cuatro malsanos se enfurecen consigo mismos, se deprimen, se avergüenzan de si mismos y se aíslan de los demás debido a las autoinhibiciones así como a la parálisis emocional. Cargan con una profunda fatiga así como con serios desordenes mentales; emocionalmente están "bloqueados" y son incapaces de trabajar o funcionar; desarrollan un abismal sentido de futilidad e insensatez. Agobiados por un autodesprecio delirante, odio a sí mismos, autorreproches, pensamientos morbosos y atormentados por sus fracasos, todo se convierte en una fuente de autoacusaciones dañinas. Al sentirse inútiles y desesperanzados, se afligen mucho y se autodestruyen. Es posible que abusen del alcohol o de las drogas. En casos extremos, es probable un colapso emocional e incluso el suicidio.
 
Motivaciones clave. Desean expresarse así como tener la oportunidad de afirmar su individualidad. Quieren crear y rodearse de cosas bellas; también mantener ciertos estados de ánimo y ciertos sentimientos. Desean ser capaces de abstraerse para proteger su autoimagen, cuidar las necesidades emocionales antes que cualquier otra cosa. Necesitan  atraer a un "salvador".
 
Ejemplos. Ingmar Bergman, Alan Watts, Sarah McLachlan, Alanis Morrisette, Paul Simon, Jeremy Irons, Patrick Stewart, Joseph Fiennes, Martha Graham, Bob Dylan, Miles Davis, Johnny Depp, Anne Rice, Rudolph Nureyev, J.D. Salinger, Anaïs Nin, Marcel Proust, Maria Callas, Tennessee Williams, Edgar Allan Poe, Annie Lenox, Prince, Cher, Michael Jackson, Virginia Woolf, Judy Garland , "Blanche DuBois".

 
Tipo 5. EL INVESTIGADOR. EL TIPO CEREBRAL, PENETRANTE, PERCEPTIVO, INNOVADOR, RESERVADO Y AISLADO. "¿Que pasa aquí?" "¿ Y si lo intentamos de otra manera?"

Hemos llamado el investigador a este tipo de personalidad porque, más que cualquiera de los demás tipos, los Cinco desean descubrir por qué las cosas son como son. Desean entender por qué funciona el mundo, ya se trate del cosmos, el mundo microscópico, los reinos animal, vegetal y mineral o el mundo interior de su imaginación. Siempre están investigando, haciendo preguntas y ahondando en las cosas. No aceptan opiniones ni doctrinas recibidas; sienten una fuerte necesidad de examinar por sí mismos la verdad de todas las suposiciones. John, diseñador gráfico, explica este enfoque de la vida: "Ser Cinco significa tener la constante necesidad de aprender, de asimilar información sobre el mundo. Un día sin aprender es un día sin luz del sol. Como Cinco, deseo entender la vida; me gusta tener una explicación teórica de por qué las cosas ocurren como ocurren. Esta comprensión me hace sentir al mando, en cabeza. Con mucha frecuencia aprendo desde la distancia, como observador, no como participante. A veces me parece que entender la vida vale tanto como vivirla. Es un viaje difícil aprender que la vida hay que vivirla, no sólo estudiarla." 

Miedo básico: ser impotente, inútil o incapaz
Deseo básico: ser capaz y competente
El tipo Cinco con ala Cuatro: "el Iconoclasta"
El tipo Cinco con ala Seis: "el Solucionador de Problemas"
 
Resumen de Perfil para Tipo de Personalidad Cinco
 
Sanos. Los tipo Cinco sanos son capaces de observar todo con extraordinaria perceptividad e introvisión. Son mentalmente alertas y curiosos; siempre en busca de la inteligencia.Formulan preguntas adecuadas al mismo tiempo que utilizan percepciones insólitas. Son capaces de concentrarse, de enfocarse en lo que ha llamado su atención y de prever y predecir el probable desenlace de alguna cadena de eventos. Les encanta aprender; les entusiasma poseer conocimientos y a menudo se convierte en expertos en algún campo. Son pensadores independientes, innovadores e inventivos. Pueden desarrollar ideas muy valiosas y originales. En su mejor estado: se vuelven visionarios que comprenden el mundo en toda su extensión y logran penetrarlo con profundidad. Son de amplio criterio, imparciales, capaces de observar las cosas en su totalidad, en su verdadero contexto. Es posible que realicen descubrimientos pioneros y que encuentren nuevas maneras de hacer y de percibir las cosas.
 
Promedio. Los tipo Cinco promedio se especializan, se tornan analíticos, examinan todo el tiempo las cosas en forma intelectual. Se involucran en investigaciones y estudios académicos; reúnen datos empíricos y elaboran teorías. A medida que especulan sobre ideas muy complejas y abstractas, se desapegan cada vez más y se preocupan por las interpretaciones antes que por los hechos reales. Están interesados en temas poco convencionales y esotéricos, incluso en cosas que pueden parecer obscuras y subterráneas. Se convierten en "mentes incorpóreas" aunque muy tensos y con una aguda agresividad como una defensa contra el hecho de verse emocionalmente involucrados. Toman posturas antagonistas hacia cualquier cosa que pudiera interferir con su mundo interior o con su visión personal de la cosas. Son provocadores y abrasivos. Tienen puntos de vista con la intención de ser radicales y exagerados. Son cínicos y sujetos a controversia.
 
Malsanos. Al rechazar y repeler todos los vínculos sociales, los tipo Cinco malsanos se recluyen y se aíslan de la gente y de la realidad volviéndose cada vez más reservados, extraños, excéntricos y mentalmente inestables. Hostiles en extremo así como vituperiosos, pero temerosos de las agresiones de los demás, se ponen cada vez más recelosos. Se obsesionan y se atemorizan con sus propias ideas que parecen amenazarlos; se vuelvenparanoicos y experimentan distorsiones grotescas, fobias y alucinaciones. Por último, pierden el contacto con la realidad y existe la posibilidad de locura con tendencias esquizofrénicas.
 
Motivaciones clave. Desean obtener conocimiento, entender las cosas que les rodea, descifrar todo como mecanismo de defensa contra las amenazas del entorno.
 
Ejemplos. Albert Einstein, Stephen Hawking, Bill Gates, Georgia O’Keefe, Stanley Kubrick, John Lennon, Lily Tomlin, Gary Larson, Laurie Anderson, Merce Cunningham, Meredith Monk, James Joyce, Björk, Susan Sontag, Emily Dickenson, Agatha Christie, Ursula K. LeGuin, Jane Goodall, Glenn Gould, John Cage, Bobby Fischer, Tim Burton, David Lynch, Stephen King, Clive Barker, Trent Reznor, Friedrich Nietzsche, Vincent Van Gogh, Kurt Cobain y "Fox Mulder".



Tipo 6. EL LEAL. EL TIPO COMPROMETIDO, ORIENTADO A LA SEGURIDAD, ENCANTADOR, RESPONSABLE, NERVIOSO Y DESCONFIADO.

Hemos llamado leal a este tipo de personalidad porque, de todos ellos, los Seis son los más leales a sus amigos y fieles a sus creencias. Se hundirán con el barco y perseverarán en las relaciones de todas clases mucho más tiempo que la mayoría de los otros tipos. También son leales a ideas, sistemas y credos, incluso a la creencia de que hay que poner en duda o desafiar toda idea o autoridad. En realidad, no todos los Seis se llevan bien con las cosas como están; sus ideas podrían ser rebeldes y antiautoritaristas e incluso revolucionarias. En todo caso, van a luchar por sus creencias con más fiereza con la que luchan por sí mismos, y defenderán su comunidad o familia con más tenacidad que con la que se defienden ellos.
El motivo de que sean tan leales es que no desean ser abandonados ni quedar sin apoyo (su miedo básico). Así, el problema principal para el tipo Seis es la falta de seguridad o confianza en sí mismo. Llegan a creer que no poseen los recursos internos para hacer frente solos a los desafíos y caprichos de la vida, por lo cual, para orientarse, dependen cada vez más de estructuras, aliados, creencias y apoyos exteriores. Si no existen las estructuras convenientes, contribuyen a crearlas y mantenerlas. 

Miedo básico: no tener apoyo ni orientación
Deseo básico: encontrar seguridad y apoyo
El tipo Seis con ala Cinco: "el Defensor"
El tipo Seis con ala Siete: "el Amigo"

Resumen de Perfil para Tipo de Personalidad Seis

Sanos. Los tipo Seis sanos son capaces de obtener intensas respuestas emocionales de los demás; son graciosos, simpáticos, cautivadores, amistosos y juguetones. La confianza es muy importante al igual que el hecho de vincularse con los demás y establecer relaciones permanentes. Se comprometen y son leales con las personas con quienes se han identificado. Responden a los demás siendo cooperadores, confiables, responsables, trabajadores leales y cumplidores. En su mejor estado: llegan a ser asertivos, confían en ellos mismos y en los demás, independientes aunque simbióticamente interdependientes. La fe en sí mismos los lleva a tener una actitud positiva y a manifestar valentía, liderazgo, riqueza de creatividad y autoexpresión.

Promedio. Los tipo Seis promedio empiezan a invertir su tiempo y energía en lo que ellos  creen que les proporcionará seguridad y estabilidad. Son ambivalentes y reaccionan contra la autoridad a través de conductas pasivo-agresivas que mandan señales contradictorias y confusas La ambivalencia hace que los tipo Seis vacilen y reaccionen de manera imprevisible. Actúan con evasión, indecisión y cautela respecto a todo. A medida que aumentan las tensiones, se vuelven gruñones, negativos y tienden a mandar señales contradictorias. Para superar las dudas y las angustias, se tornan sarcásticos y reaccionarios; adoptan una actitud recia y rebelde para compensar sus crecientes inseguridades. Se vuelven beligerantes y reaccionan con agresión a las aparentes amenazas a su seguridad. Pueden ser muy parciales y defienden a grupos excluyentes. Se vuelven ruines e intolerantes, convirtiendo a los demás en chivos expiatorios y atacando a cualquiera que parezca amenazarlos como una forma de acallar sus temores e inseguridades.
 
Malsanos. Al temer la condena y el rechazo por parte de la figura de la autoridad, los tipo Seis malsanos se sienten inseguros en exceso y se vuelven dependientes y automenospreciativos con agudos sentimientos de inferioridad. Tienen una autoimagen disminuida y se deprimen; se sienten cobardes, inútiles, incompetentes y atormentados por temores. Sobrerreaccionan a todo, exageran los problemas y es posible que sus actos irracionales, en efecto, causen justamente aquello que temen. En extremo angustiados, se sienten perseguidos y atacados por los demás. Para liberarse de la angustia, el abandono y las consecuencias de sus actos, se rebajan y se humillan ante la figura de autoridad para poder ser rescatados. Como patología, se presenta una conducta autocastigadora y masoquista. Es posible que se presenten problemas de alcoholismo, abuso de estupefacientes y pueden llegar al suicidio.
Motivaciones clave. Quieren tener seguridad, sentirse apoyados por los demás, tener certidumbre y tranquilidad, probar las actitudes de las personas hacia ellos, luchar contra la ansiedad y la inseguridad.

Ejemplos. RFK, Malcom X, la princesa Diana, George Bush, Richard Cheney, Tom Hanks, Bruce Springsteen, Candice Bergen, Gilda Radner, Meg Ryan, Helen Hunt, Sigourney Weaver, Mel Gibson, Patrick Swayze, Julia Roberts, Phil Donahue, Jay Leno, John Goodman, Diane Keaton, Woody Allen, David Letterman, Andy Rooney, Jessica Lange, Tom Clancy, J Edgar Hoover, Richard Nixon y "George Costanza".


Tipo 7. EL ENTUSIASTA. EL TIPO ACTIVO, AMIGO DE PASARLO BIEN, ESPONTÁNEO, VERSÁTIL, CODICIOSO Y DISPERSO "Aun no tengo claro qué deseo ser cuando sea mayor."

Hemos llamado entusiastas, este tipo de personalidad porque los Siete se entusiasman por casi todo lo que les atrae la atención. Asisten a la vida con curiosidad, optimismo y espíritu de aventura, como niños en una tienda de caramelos que miran el mundo con ilusionada expectación por todas las cosas buenas que van a experimentar. Son osados y alegres, y van en pos de lo que desean en la vida con animada resolución. Poseen una cualidad cuya mejor definición es la palabra yidish chutzpah, algo así como descaro. Aunque los Siete pertenecen a la tríada del sentimiento, no lo parece de inmediato porque tienden a ser extraordinariamente prácticos y en cualquier momento están dedicados a una multitud de proyectos. Suelen pensar por adelantado; prevén los acontecimientos, generan ideas al vuelo y prefieren las actividades que les estimulan la mente, que a su vez generan más cosas par, hacer y en las que pensar. No son necesariamente intelectuales ni estudiosos según ninguna definición estándar, aunque suelen ser inteligentes, muy leí dos y elocuentes. Su mente pasa con rapidez de una idea a la siguiente, lo cual los hace muy ocurrentes y capaces de sintetizar información. Los estimula el torrente de ideas y el placer de ser espontáneos; prefieren tener una visión amplia, global, y la emoción de las etapas iniciales del proceso creativo antes que la exploración de un solo tema en profundidad. 

Miedo básico: verse despojado de todo y atrapado en el sufrimiento
Deseo básico: estar feliz y contento, encontrar satisfacción
El tipo Siete con ala Seis: "el Animador"
El tipo Siete con ala Ocho: "el Realista"

Resumen de Perfil para Tipo de Personalidad Siete
 
Sanos. Llegan a ser muy sensibles, excitables y entusiastas respecto a cualquier tipo de experiencia. Los tipo Siete sanos son extrovertidos, orientados hacia el mundo real de las cosas y sensaciones; son espontáneos y se regocijan con todo. Cada estímulo produce una respuesta inmediata y todo les parece excitante y vigorizador. Son alegres, vivaces, estimulantes, flexibles y animosos. Se convierten en realizadores versados y en individuos con aptitudes y conocimientos variados que hacen bien muchas cosas distintas. Poseen una gran cantidad de talentos y están dotados con capacidades virtuosas así como destrezas prodigiosas. Son prácticos, productivos, prolíficos, versátiles y abarcan numerosas áreas de interés. En su mejor estado: asimilan a fondo las experiencias y se convierten en individuos reconocidos y agradecidos, cautivados por las maravillas de la vida. Son positivos, optimistas, alegres y se sienten extasiados. Comienzan a tener indicios de una vida más allá de lo físico y experimentan un profundo sentido de las bondades de la vida.
 
Promedio. A medida que sus apetitos aumentan, los tipo Siete promedio desean experimentar con más cosas y tener una variedad más amplia de vivencias, convirtiéndose, de esta manera, en consumidores ávidos, materialistas codiciosos, individuos mundanos extasiados por las cosas del mundo, conocedores, "establecedores de modas" y buscadores de sensaciones nuevas. Se vuelven incapaces de decirse no, de negarse cualquier cosa. Hiperactivos, se lanzan en una actividad constante, haciendo y diciendo cualquier cosa que se les ocurra. Temen aburrirse y tratan de aumentar su estimulo y excitación manteniéndose en constante movimiento y distrayéndose con algo entretenido y nuevo, aunque hagan demasiadas cosas. Corren el riesgo de volverse superficiales, sin inhibiciones, volátiles, ostentosos, extravagantes. Sienten que nada los satisface, así que se vuelven inmoderados y desmedidos. Llegan a ser egocéntricos, egoístas, exigentes e impacientes. Insensibles con los demás, pueden llegar a ser groseros, descorteses. Tienen tendencias adictivas.
 
Malsanos. Los Siete malsanos se frustran muy fácil y son ofensivos y abusivos a medida que exigen cualquier cosa que deseen para mantenerse ocupados y distraídos. Se vuelven escapistas infantiles, impulsivos e insultantes y pueden caer en ataques de ira y en pataletas. Tienen serios problemas para controlarse. Las adicciones al alcohol, las drogas y otros excesos aumentan a medida que se convierten en individuos disipados, libertinos, pervertidos y depravados. Antes de manejar la angustia, expresan los impulsos en conductas sin inhibiciones; se descontrolan y son víctimas de cambios anímicos caprichosamente erráticos, volátiles y de actos compulsivos. Participan en locas parrandas de diversos tipos, como si no hubiera límite para ellos. Huyen de sí mismos y son objeto de súbitos ataques de pánico, depresión profunda y desesperación.
 
Motivaciones clave. Desean mantener su libertad y felicidad, evitar perderse cualquier experiencia que valga la pena, mantenerse motivados y ocupados, rechazar y rehuir del dolor.
 
Ejemplos. JFK, Benjamin Franklin, Leonard Bernstein, Leonardo DiCaprio, Kate Winslet, Elizabeth Taylor, W.A. Mozart, Steven Spielberg, Federico Fellini, Dr. Richard Feynman, Timothy Leary, Robin Williams, Jim Carey, Mike Myers, Cameron Diaz, Bette Midler, Chuck Berry, Elton John, Mick Jagger, Gianni Versace, Liza Minelli, Joan Collins, Malcom Forbes, Noel Coward, Sarah Ferguson, Larry King, Joan Rivers, Regis Philbin, Howard Stern, John Belushi y la "tía Mame".


Tipo 8. EL DESAFIADOR. EL TIPO PODEROSO, DOMINANTE, SEGURO DE SÍ MISMO, DECIDIDO, VOLUNTARIOSO Y RETADOR. "Soy dueño de mi destino."

Hemos llamado el desafiador a este tipo de personalidad porque, más que ningún otro tipo, a los Ocho les encanta aceptar retos así como dar a otros la oportunidad de que los desafíen a superarse de alguna manera. Tienen carisma, además de las capacidades físicas y psíquicas para convencer a la gente de que los siga en todo tipo de empresas, ya se trate de iniciar un negocio, reconstruir una ciudad, llevar una casa, hacer una guerra o firmar la paz. Los Ocho tienen una fuerza de voluntad y una vitalidad enormes, y se sienten más vivos cuando ejercen esas capacidades en el mundo. Emplean su abundante energía para efectuar cambios en su entorno, para dejar su sello en él, pero también para impedir que el ambiente u otras personas les hagan daño a ellos y a sus seres queridos. A temprana edad comprenden que eso requiere fuerza, voluntad, perseverancia y aguante, cualidades que desarrollan ellos y buscan en otros. 

Miedo básico: ser herido o dominado por otros
Deseo básico: protegerse, tener el control de su propia vida y de su destino
El tipo Ocho con ala Siete: "el Independiente"
El tipo Ocho con ala Nueve: "el Oso"

Resumen de Perfil para Tipo de Personalidad Ocho
 
Sanos. Asertivos, confiados en sí mismos y fuertes, los tipo Ocho sanos han aprendido a luchar para conseguir lo que necesitan y desean. Están orientados a la acción; tienen una actitud de "puedo hacerlo" y cuentan con una gran motivación interna. Les encantan los desafíos y son hábiles para iniciar proyectos; toman la iniciativa y hacen que las cosas ocurran. Son líderes naturales que los demás respetan y a quienes acuden en busca de orientación. Decididos, autoritarios y dominantes, los tipo Ocho sanos se ganan el respeto a través de ser honorables y utilizan el poder en forma constructiva defendiendo y protegiendo a la gente, actuando como proveedores, auspiciadores y promotores de causas nobles y empresas valiosas. En su mejor estado: se vuelven moderados, magnánimos, misericordiosos y tolerantes. Son capaces de dominarse a través de autodoblegarse ante una autoridad. Valientes, deseosos de ponerse en peligro para obtener lo que buscan y causar una influencia duradera. Pueden ser heroicos e históricamente grandiosos.
 
Promedio. A los tipo Ocho promedio les preocupa llegar a ser autosuficiente así como independientes a nivel económico. Son "individualistas recios", pragmáticos, emprendedores, trabajadores y muy audaces; les encanta las aventuras y correr riesgos para ponerse a prueba y reafirmarse. Empiezan a querer dominar todo el ambiente (incluso a la demás gente) y se vuelven enérgicos, agresivos, orgullosos, egocéntricos y expansivos: se convierten en "el jefe" cuya palabra es ley. Imponen su voluntad y visión en todo y no ven a los demás como sus iguales ni los tratan con respeto. Sienten que deben salirse con la suya y se vuelven confrontadores, beligerantes, amedrentadores y desafiantes al mismo tiempo que tienden a crear relaciones antagónicas. Todo lo convierten en una prueba de voluntad y nunca ceden. Utilizan amenazas y represalias para que los demás les obedezcan, para mantenerlos en desequilibrio y con una sensación de impotencia. Sin embargo, el trato injusto hace que los demás tengan resentimientos y existe la posibilidad de que se agrupen en contra de ellos.
 
Malsanos. Los tipo Ocho malsanos se aferran a su poder y quieren prevalecer con el control sin importar el costo. Se vuelven totalmente crueles, violentos, inmorales y despiadados, dictatoriales y opresivos. No admiten la culpa, ni el temor ni cualquier otro sentimiento humano. Comienzan a desarrollar ideas delirantes acerca de sí mismos y se sienten omnipotentes, invencibles e invulnerables. Cada vez se vuelven más temerarios y si sienten que están en peligro, pueden destruir con crueldad a todo aquel que no haya acatado su voluntad. Vengativos, salvajes, con tendencias asesinas y sociópatas. 

Motivaciones clave. Desean tener confianza en sí mismos, probar su fuerza y resistir la  debilidad, ser importantes en su mundo, dominar lo que les rodea y tener el control de todas las situaciones.
 
Ejemplos. M. L. King, Jr., FDR, LBJ, Mikhail Gorbachev, G.I. Gurdjieff, Pablo Picasso, Richard Wagner, Sean Connery, Susan Sarandon, Glenn Close, Russel Crowe, John Wayne, Charlton Heston, Norman Mailer, Mike Wallace, Barbara Walters, Ann Richards, Toni Morrison, Lee Iococca, Donald Trump, Leona Helmsley, Frank Sinatra, Bette Davis, Roseanne Barr, James Brown, Chrissie Hynde. Courtney Love, Fidel Castro y Saddham Hussein.


Tipo 9. EL PACIFICADOR. EL TIPO INDOLENTE, MODESTO, RECEPTIVO, TRANQUILIZADOR, SIMPÁTICO Y SATISFECHO. "Sigo la corriente."

Hemos llamado el pacificador al tipo Nueve porque ningún tipo se dedica más a la búsqueda de paz interior y exterior para sí mismo y para los demás. Suelen ser personas espirituales que anhelan la conexión con el cosmos y con los demás. Trabajan por mantener su paz mental así como por establecer la paz y la armonía en su mundo. Las preocupaciones que encontramos en el Nueve son las fundamentales de todo trabajo interior: permanecer despiertos frente a estar dormidos a nuestra verdadera naturaleza, paz contra sufrimiento, unión contra separación. Lo irónico es que para ser un tipo tan orientado al mundo espiritual, el Nueve es el centro de la tríada del instinto, y potencialmente es el que está más en contacto con el mundo físico y con su cuerpo. La contradicción se resuelve cuando vemos que estas personas o bien están conectadas con sus cualidades instintivas y tienen un enorme poder elemental y magnetismo personal, o están desconectadas de sus fuerzas instintivas y, por lo tanto, separadas y lejanas, incluso podrían ser muy ligeras. 

Miedo básico: de pérdida y separación
Deseo básico: mantener la estabilidad interior y la paz mental
El tipo Nueve con ala Ocho: "el Árbitro"
El tipo Nueve con ala Uno: "el Soñador"
 
Resumen de Perfil para Tipo de Personalidad Nueve
 
Sanos. Los tipo Nueve sanos son muy receptivos, abiertos, poco cohibidos, emocionalmente estables y serenos. Aceptan su entorno. Confían en sí mismos y en los demás. Son relajados y están en armonía con la vida; pacientes, modestos, inocentes, sencillos y en verdad agradables. Se tornan optimistas, reforzadores, bondadosos, apoyadores; hacen que la gente se sienta cómoda y tienen una influencia sedante, sanadora; armonizan a los grupos y unen a las personas. Buenos mediadores, confortadores y protectores. Tienen una enorme dignidad, profunda serenidad y verdadera paz que provienen de la aceptación de su condición humana. En su mejor estado: se vuelven dueños de sí mismos y tienen una gran ecuanimidad y genuina satisfacción. Se
sienten autónomos y realizados, paradójicamente unidos consigo mismos pero capaces de establecer relaciones más profundas. Están alertes, despiertos así como conectados con ellos mismos y con los demás.
 
Promedio. Los tipo Nueve promedio se vuelven humildes; se acomodan y aprueban demasiado a los demás. Son dóciles, adaptables y conciliadores de manera excesiva; aceptan –con ingenuidad y sin condición– las expectativas convencionales; se subordinan al otro, lo idealizan y viven a través él. Los tipo Nueve son conservadores y temerosos a los cambios, trastornos y presiones de cualquier tipo. Son pasivos, indiferentes y complacientes; se alejan de los conflictos y evaden los problemas. Son perezosos, emocionalmente indolentes, no tienen ninguna disposición al esfuerzo o al enfoque de problemas; muestran una enorme indiferencia y se esperan hasta que los problemas desaparecen solos. Empiezan a "desintonizarse" de la realidad y se olvidan de lo que no quieren ver. Si los problemas no desaparecen los tipo Nueve empiezan a minimizarlos para apaciguar a los demás y para tener ‘paz a cualquier precio". Son estoicos, fatalistas y resignados como si no pudieran hacer nada para cambiar las cosas. Tienen poco criterio y los demás se sienten frustrados y enojados por su falta de responsabilidad y por su apatía.
Malsanos. Los tipo Nueve malsanos pueden reprimirse muchísimo y entonces se produce un desarrollo personal inadecuado. Se convierten en individuos desvalidos e incapaces. Se vuelven obstinados y niegan con terquedad la existencia de problemas y conflictos. Son seriamente negligentes e irresponsables y pueden ser peligrosos para cualquier persona que los necesite. Si los problemas persisten, se disocian de cualquier cosa amenazante de modo que a la larga no pueden funcionar y se convierten en individuos muy desorientados, despersonalizados, catatónicos e inmovilizados. Existe la posibilidad de colapso emocional y de fragmentación de la personalidad.
 
Motivaciones clave. Desean crear armonía a su alrededor, evitar conflictos y tensiones, mantener las cosas como son, resistirse a cualquier cosa que los pueda molestar o incomodar.

Ejemplos. Abraham Lincon, George W. Bush Jr. Joseph Campbell, Carl Jung, Ronald Reagan, Gerald Ford, la reina Isabel II, la princesa Grace, Walter Cronkite, George Lucas, Walt Disney, John Kennedy Jr. Sophia Loren, Geena Davis, Lisa Kudrow, Kevin Costner, Keanu Reeves, Woody Harrelson, Ron Howard, Mathew Broderick, Ringo Starr, Whoopi Goldberg, Janet Jackson, Nancy Kerrigan , Jim Hensen, Marc Chagall, Norman Rockwell, "Edith Bunker" y "Marge Simpson".

 

Spam político

Seguramente tardaré más semanas o meses en poner la próxima entrada en este blog, pero mira, ahora me salen varias en la misma semana. Pero es que a raíz de una conversación con mi prima, el otro día me surgió la necesidad de contar algo, y como este blog es mío, pues voy y lo cuento.

Resulta que me reenviaron un mail-spam de esos horrorosos en los que se insulta a los gobernantes y se dice todo lo mal que va el país por culpa de lo mal que lo hacen los políticos... Bueno, en realidad, en ese mail sólo se hablaba de los políticos de un partido concreto...

Basándose en un artículo de Arturo Pérez Reverte, los iniciadores de la cadena de spam habían añadido una "posdata" llena de insultos, como si los hubiera escrito el propio autor, que inmediatamente despertó mis sospechas. No la voy a reproducir, aunque sí voy a hacer referencia al artículo original del autor, que es este:


Como siempre, NO REENVIÉ EL CORREO A NADIE y además respondí a mi prima, diciéndole que debería haber tenido el espíritu crítico necesario para contrastar que las fuentes de información son fidedignas, en lugar de dar por cierta una información cuya procedencia es desconocida... A mí me parece, cuando menos, osado, reenviar un artículo en el nombre de alguien sin comprobar la procedencia. 

La apostilla se había insertado con evidente intención manipuladora. Aunque en el artículo original el autor mencionaba a los políticos en general, no hablaba de un partido político concreto (en la "apostilla" apócrifa sí se menciona).

Desgraciadamente la mentalidad española es muy dada al derrotismo, a echar la culpa al otro, a criticar que todo está mal... pero veo muy poca gente decidida a hacer cosas, construir, crear, ilusionar... no vaya a ser que si "yo construyo algo, vaya a beneficiarse el vecino, mejor no construyo nada..."

En tiempos de crisis como los actuales, la crítica desaforada y el derrotismo no nos aportan soluciones. De hecho, las soluciones no vendrán desde fuera, sino de nosotros mismos  como componentes de esta sociedad. A mis hijas les doy continuamente dos pautas para su vida, espero que un día las entiendan:

1) No le eches la culpa a los demás de las cosas que te pasan A TI.
2) No esperes a que otro haga lo que puedes hacer TU.

No sé si seguir estas dos pautas nos permitirá resolver algún problema, pero si le damos la vuelta, veo muy claro de qué manera no conseguimos nada: echándole la culpa de todo a factores externos y esperando que nos resuelva los problemas "papá Estado". 

Por tanto, no estaría de más que empezáramos por contribuir en la parte que nos toca a trabajar por esta sociedad, que es la única que tenemos. Cumplir las leyes, pagar nuestros impuestos, empatizar con los demás... hay muchas formas de hacerlo, elige la tuya.



lunes, 22 de noviembre de 2010

Deber, responsabilidad y compromiso

¿Por qué es tan difícil, en estos tiempos que corren, recordar el significado de estas palabras?

La mayoría de la gente se mueve por el deber. Bueno, digamos la mayoría de la gente civilizada. Hay una parte de la sociedad para la cual ni siquiera el deber es algo que tenga sentido, y no acepta las normas que sirven de base para la convivencia de todos. Pero ese no es el objeto de este esbozo de pensamiento. Superada esa incertidumbre, y dando por hecho que cada uno ha de cumplir con su deber (su "obligación"), miremos un poco más allá. El siguiente paso en que podemos pensar sería el de la responsabilidad. El deber puede ser algo tutelado, impuesto en su día por nuestros padres, vigilado y revisado, como cuando hacíamos las tareas del colegio. No existe la libertad, se actúa porque las cosas son así y tienen que ser así. El sentimiento de culpa nos persigue. En este nivel la creatividad es nula. En la empresa privada veo cada día cómo la gente cumple con su deber, y más o menos realiza lo que se le exige, en modo "tarea".


Si se suprime el control y la vigilancia, el motor de nuestras acciones dejaría de ser un sentimiento de deber. Actuando con responsabilidad podemos empezar a experimentar la libertad de poder elegir entre varias opciones. En la medida en que elegimos y construimos nuestras propias acciones, cuando no sentimos la presión del control podemos llegar a sentir un grado mayor de implicación en la realización de nuestros actos, dar un salto hacia la creatividad y sentir el comienzo de una libertad incipiente que, como seres humanos, nos podría satisfacer más.

Pero cuando nos limitamos a ejercer nuestras responsabilidades sin más, nuestro ámbito de decisión sigue restringido a unas pocas opciones entre las que elegir, seguimos haciendo las cosas que "debemos" hacer porque alguien ha decidido que tienen que ser así. Nos falta dar el paso de marcar el rumbo por nosotros mismos, tomar el timón y desprendernos de una vez de esa mochila que nos pesa, nos impide tomar decisiones verdaderamente libres.

La palabra "ambición" me causa algo de desazón. Tiene un sesgo negativo que no me gusta nada, porque siempre que oigo a alguien mencionar el adjetivo "ambicioso" se está refiriendo a alguien que ha conseguido poder social o económico (frecuentemente los dos), no siempre mediante comportamientos moralmente elogiables. Me gustaría redefinir esta palabra y poder aplicármela a mí mismo, en otro sentido... Una persona ambiciosa debería ser aquella capaz de liberarse de la obligación y la responsabilidad, poner en duda las normas arbitrarias que nos rigen y actuar de forma comprometida con sus propias ideas. En el momento que nos liberamos de la mochila del deber y la responsabilidad, podemos afrontar nuestras tareas y nuestros sueños con "compromiso", de una forma absolutamente creativa, libre, que es la base para conseguir el verdadero éxito. Sólamente la implicación sincera, profunda y reflexiva con las cosas que hacemos cada día nos salvará de caer en el tedio de la vida cotidiana, en ese pozo de arenas movedizas que atrapa y oscurece a una buena parte de la sociedad. El compromiso nos permitirá vivir con pasión, sólamente así podremos ser verdaderamente libres. Reivindico la pasión en todos y cada uno de nuestros actos, como medio necesario para alcanzar la felicidad.

A lo largo de mi vida laboral y en los movimientos sociales en los que he podido contribuir, siquiera mínimamente, he conocido a muchas personas sin "mochila", implicadas, libres, comprometidas, apasionadas... pero desgraciadamente, no es fácil encontrarlas en esta sociedad que sólo parece moverse por un interés económico o por los modelos de éxito que transmite la televisión o el poder de turno. Lejos de acercarnos a la felicidad, los modelos vigentes nos confinan y nos aíslan, volviéndonos dependientes y sencillamente estúpidos.

Si has llegado leyendo hasta aquí, intenta entender lo que he expuesto confusamente en este artículo y siente la libertad de pensar por ti mismo; no lo dejes para mañana, comprométete ya con todos y contigo mismo.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Argumentos desmontables

Está de moda hablar (mal) de la "fiesta nacional". Ahora que en Cataluña se ha prohibido este espectáculo, por motivos más políticos que racionales, muchos se han lanzado a criticar todo tipo de espectáculos taurinos.

Hace muchos años me gané un buen disgusto personal cuando publiqué, en una revista de mi pueblo, un artículo contra un salvaje espectáculo de vaquillas protagonizado por mis paisanos en aquel verano de finales de los 80. Algunos lo entendieron como crítica política y la tomaron contra mí. Lo cierto es que el espectáculo no volvió a repetirse en años sucesivos. Algo es algo.

Muchos dicen estar contra las fiestas de pueblo en las que se usan animales, pero a favor de las corridas de toros (o al menos, no en contra). Yo no tengo una posición radical al respecto, pero si analizamos el tema a fondo, tengo que llegar a la conclusión objetiva de que una corrida de toros es un espectáculo, como mínimo, no apto para gente sensible. Sigo sin entender que el arte consista en torturar a otros. Si hablamos de mantener tradiciones, como dice un amigo mío muy bruto, ¿por qué no rescatar la tradición romana de echar cristianos a los leones?

Este artículo aparecido un buen día en El Mundo me parece genial, y no puedo resistir la tentación de compartirlo con mi lector silencioso (pincha en el dibujo para ver la letra más grande).

Apertura de blog

Aunque llevo mucho tiempo como webmaster de diferentes portales de internet, llega un momento en que quiero decir alguna cosa que no tiene cabida específica en ninguno de ellos ni en mi blog personal, que está dedicado al ciclismo. Los pensamientos que uno tiene no necesariamente le importan a la gran masa, ni un periódico o revista encuentran interés en publicarlos... ni tengo paciencia para escribir una carta al director...

En este mundo moderno en que no se puede prescindir de la tecnología, vamos a usarla en nuestro propio provecho. He decidido utilizar esta estupenda herramienta que Google pone en mis manos y en mi imaginación para escribir lo que piense o lo que quiera en un momento determinado. Ni siquiera necesito saber que estás ahí, leyéndolo, porque me basta con hablar conmigo mismo para preservar mi propio equilibrio emocional.