jueves, 12 de febrero de 2015

Breve

En casa de mis padres, en el pueblo, hay un reloj de pie con péndulo, de esos que se pusieron de moda en los 80, que siempre tocan las campanadas en el momento más inoportuno, cuando el protagonista de la peli decía la frase clave... En su esfera principal estaba inscrita la expresión "Tempus Fugit", una frase a la que nunca di mucha importancia. De hecho, a mis tiernos 10-12 años, pensaba que era la marca del fabricante del reloj. 

En mis tiempos adolescentes, cuando el frío serrano de la pre-primavera andaluza apretaba, solía madrugar (muchas veces a las 4 de la mañana) para estudiar en la mesa camilla del salón, donde estaba el brasero, el único punto de la casa donde podía calentarme... y repetía los temas de Biología o Historia levantando la vista hacia el reloj, repasando un título cada cuarto de hora. Las campanadas me avisaban y pasaba al siguiente título.

Ahora, con casi 45 años, lo entiendo mucho mejor. "Tempus fugit".