martes, 27 de diciembre de 2011

Corofobia, inexplicable pero inevitable.


Corofobia (en inglés, “chorophobia”), una palabra que no había escuchado nunca. Un día me topé con ella en alguna página web y empecé a reflexionar.

Las fobias son miedos irracionales, desproporcionados e insuperables a ciertas cosas. Algunas son más conocidas por la gente, como la típica claustrofobia, la agorafobia o la manoseada xenofobia (aunque esta denota más “odio” que “miedo”).


”Una fobia (palabra derivada de Fobos (en griego antiguo Φόϐος, ‘pánico’, que era la personificación del miedo en la mitología griega, hijo de Ares y Afrodita) es un trastorno de salud emocional que se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado ante objetos o situaciones concretas como, por ejemplo, a los insectos (entomofobia) o a los lugares cerrados (claustrofobia). Sin embargo, no es sencillamente un miedo, pues guardan grandes diferencias. También se suele catalogar como fobia un sentimiento de odio o rechazo hacia algo que, si bien no es un trastorno de salud emocional, sí genera muchos problemas emocionales, sociales y políticos (véase xenofobia, es decir, el odio a los extranjeros o extraños). Un estudio en EE.UU. por el National Institute of Mental Health (NIMH) halló que entre el 8,7% y el 18,1% de los estadounidenses sufren de fobias. Discriminando edad y género, se encontró que las fobias son la más común enfermedad mental entre mujeres en todos los grupos etarios y la segunda más común psicopatía en hombres mayores de 25.


La mayoría de las personas que tienen fobias entienden que están sufriendo de un miedo irracional o desproporcionado, aunque este reconocimiento no impide que sigan manifestando esa intensa reacción emocional ante el estímulo fóbico.”



Desde muy pequeño he sentido una ansiedad indescriptible en determinadas situaciones en las que me veía expuesto al público. La más grave de todas, o eso me parecía en aquel tiempo, era la de hacer deporte, y más concretamente, jugar al fútbol. Hasta los 12 años de edad no era capaz de dar una patada al balón. Me invadía un sentimiento de vergüenza que no podía superar. Esto me supuso problemas de integración, pero afortunadamente no fui excluido porque, en contrapartida, era muy brillante en los estudios, lo que me hacía disfrutar de respeto y un cierto liderazgo entre mis compañeros, aunque algunos de ellos no eran completamente desinteresados. Mis habilidades sociales dejaban bastante que desear, me costaba entablar relaciones con la gente y en general daba la imagen de persona poco sociable, aunque en el entorno más cercano, con mis amigos, era un niño imaginativo y muy activo.

En mi adolescencia fui superando el miedo al deporte, poco a poco, sin ningún tipo de terapia. Aprendí a superar otros miedos más comunes, como el hecho de hablar en público, gracias a mi afición al teatro, en el que fui introducido por una buena profesora de Lengua. Sin duda, esto me ayudó a integrarme más con mis compañeros y con la gente en general. Sin embargo, empecé a sufrir las consecuencias más serias de mi fobia social en otro tipo de situaciones, sobre todo en las fiestas, bailes y discotecas. La sola idea de verme en medio de una pista de baile bajo haces de luces de colores y música a todo volumen me producía un pánico irrefrenable.

No sentía ningún interés por la música del momento y tenía una aversión especial a la música disco, que se puso de moda en los 80. Algunos amigos míos, cuando la adolescencia dio paso a la juventud, fueron empezando a salir con pandillas en las que la diversión habitual consistía en ir al “disco-pub” a bailar. Poco a poco me fui quedando aislado.

Mi fobia me condicionó toda la etapa universitaria, en la cual fui simplemente considerado un “soso”. Cubrí mis carencias explotando otras cualidades. Mis amigos sabían que podían contar conmigo para algunas cosas, pero no para ir “de marcha”.

Este texto encontrado en internet lo describe muy bien:

The problem of Chorophobia arises when you are in a frightening real event and you are asked to dance. You feel surrounded by a group of nerds and you are the only ignorant amidst them. A strict breeding can make individual to think that it is inappropriate or sinful to dance. However you are aroused, excited and ecstatic in the event but can’t step forward thinking – “Well duh, if I could dance like that, I wouldn’t be scared at all.”



No he encontrado mucha información ni muchos testimonios de personas que hayan sufrido este mismo problema, pero sí hay un curioso test en internet, donde se puede baremar el grado de afección que sufre una persona. Está en este enlace: http://www.changethatsrightnow.com/chorophobia/online-test/

Desde luego, una fobia es una enfermedad mental, y como tal, condiciona aspectos cruciales de la vida. Seguramente he perdido oportunidades irrepetibles para haber conseguido ciertos logros si mi habilidad social hubiera sido mayor, pero ahora, con más de cuarenta años de edad, ya no siento la presión del pasado en este tipo de situaciones. Simplemente, las evito.

Sé que para superar las enfermedades mentales es necesario contar con ayuda externa, pero sé también que lo más importante es la ayuda “interna”, o la energía que uno dedique a trabajar por sí mismo para ello. Sé que una patología mental no desaparece si uno no quiere, y lo que tengo claro es que en estos momentos no quiero superarla. No siento esa necesidad, así que si no voy a poner de mi parte, mejor ni lo intento.

No es que me sienta muy cómodo, pero no necesito participar del paroxismo colectivo en las fiestas, saltando y poniendo cara de estar contento, cuando mis emociones simplemente se pueden manifestar de una forma mucho más tranquila. La música me gusta, pero no siento ninguna necesidad de moverme cuando la escucho. Antes, la sola cercanía de las fiestas del pueblo o de la Nochevieja, me hacía ponerme nervioso y de mal humor. Ahora, simplemente evito participar en la fiesta y no doy explicaciones a nadie.

La verdad es que me hubiera gustado poder compartir mis sentimientos con alguien que estuviera en la misma situación, pero nunca conocí a nadie que sufriera el mismo grado de bloqueo que yo. Aunque no he superado ni creo que pueda superar esta rara patología, ahora, al menos, soy capaz de hablar de ello.

16 comentarios:

  1. a mi me pasa esto!!! pens q era unica jajajajaj
    alimartinez825@gmail.com

    ResponderEliminar
  2. amigo, tengo 21 y tambien sufro de fobia social, aun que ah ido disminuyendo lo suficiente con el tiempo, hasta la fecha se me dificulta mucho bailar... solo una vez baile en unos 15 años, fue tanta la verguenza que jamaz volvi a hacerlo, inculo cuando intento bailar me parece imposible, mi cuerpo se pone rigido como una tabla y pierdo todo ritmo posible, nisiquiera puedo poner atencion a la musica

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Tranquilos, a mi tambien me ocurre lo mismo y simplemente intento evitar la situación.
    Hasta leer este post pensaba que era yo, que era raro.
    Ahora veo que hay mas gente que le ocurre lo mismo

    ResponderEliminar
  5. Yo tambien! Soy brasileña y aca es muy dificil decir que no sé bailar. Nadie entiende por que. Si yo supe, antes de explicar a los otros, resolvia mi problema.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. eu sou de Colombia e eu tambem semre tenho o mismo problema aqui todo o mundo sabe dançar mais e dificil de explicar para gente... :(

      Eliminar
  6. Yo sufro de fobia a bailar. No es fácil. Todo lo que quisiera hacer en la vida es sacar a bailar a la chica que me gusta y hacerle pasar un buen rato. Pero no puedo.

    La fobia es tal que me paralizo completamente. Nunca jamás voy a fiestas porque nadie puede entenderlo. Cuando le digo a una chica que no sé bailar, su actitud es como de "no seas tímido, yo sé que sí sabes". Y no es así.

    A veces me da risa, me río de mí mismo e intento decirme "no es para tanto". Pero otras veces es verdaderamente frustrante porque no sé qué hacer.

    Hasta donde puedo recordar, de pequeño creo que me gustaba bailar pero en alguna ocasión me hicieron pasar tanta vergüenza que nunca más lo hice. De adolescente me pasó lo mismo, que la chica de la que estaba enamorado me humilló en una pista de baile.

    No sé, es horrible.

    ResponderEliminar
  7. Anoche tuve una experiencia terrible... me llevaron con la mejor intencion a una salsoteca a clases y no pude resistirlo, salí corriendo. Fue una sorpresa que me hizo me novia y resultó de lo peor. Descubrí que es realmente la sensación de pánico, acepto que soy corofóbico. Y bueno, estoy dispuesto a vivir con ello.

    ResponderEliminar
  8. Uno más que se suma y se siente retratado. No siempre me pasa, pero sí la mayoría de veces, y es algo que me pesa, porque, aunque inicialmente tengo buena entrada con las chicas, ese supone un momento crítico y una clara limitación para mis relaciones (por qué será que ellas son tan bailongas). Para que consiga echarme a bailar y disfrutarlo mínimamente verdaderamente se tienen que alinear todos los astros: he de estar rodeado de un grupo en el que me sienta completamente a gusto, he de beber (bastante), la música tiene que ser significativa para mí (al final se reduce a temas conocidos y muy concretos) y tiene que haber alguna chica que me guste para que eso me motive a exhibir mi impostada soltura... al cabo de un buen rato de calentamiento, puedo llegar a disfrutar algo de ello, pero puedo contar las ocasiones en que ha sucedido con los dedos de las manos. Un dato importante es que si en algún momento alguien me lo reclama (que baile), eso implica un bloqueo prácticamente seguro (solo puede salir de mí)... casi imposible, por tanto, bailar en pareja; en una ocasión fui a clases con una de mis novias (la única con la que yo recuerde que he llegado a bailar en un momento dado) y a las tres sesiones mi nivel de estrés acumulado era tal que tuve que dejarlo. Claramente, al menos en mi caso, se conecta con algún tipo de inseguridad en mis relaciones sentimentales, pero en otros casos pienso que solo se trata de algo que no me gusta hacer y que no debería darle más vueltas, y que el hecho de forzarme a hacer algo que no me gusta solo por agradar a otro (otra más bien) es simplemente algo que no soporto. La pregunta es: ¿será cierta la impresión que tengo de que es inmensamente más común entre varones? Y otra más: aparte de que ciertamente me limite en mis relaciones, ¿se trata realmente de algo, de un bloqueo, que tenga que superar por el bien de mi salud o que más valdría simplemente olvidar?
    Jaja. Escribiendo esto he conseguido arrancarme una sonrisa, cuando anoche mismo lo pasé fatal en una de estas situaciones.

    ResponderEliminar
  9. Bueno... creo que al fin he dado con este mal el cual no sufro solo!... yo soy de Colombia vivo en Bogota... y pues se le conoce al colombiano como bailarin frecuente.
    Yo creci con padres cristianos... y como bien se sabe son personas quienes no asisten ni celebran ni realizan actos de recreación que tengan que ver con fiestas rumbas celebraciones... etc, por tanto jamás me vi involucrado en cualquier tipo de eventualidad la cual tuviera relación alguna con el baile, hecho que desencadenó en no haber aprendido a bailar desde pequeño como lo hacen la mayoría de personas, cuando comencé a crecer, a tener experiencias fue que comencé a darme cuenta que había algo que me faltaba, solo era esperar los días en que en la escuela habían bailes, y por alguna razón era el único quien no sacaba a nadie, y cuando alguna chica se me acercaba para bailar le decía -No gracias... fue cuando supe que no sabía baiar, incluso mucho tiempo después, pasando la adolescencia, pude comenzar a frecuentar discotecas con mis amigos, y pues siempre tuvieron a alguien que cuidaba sus cosas mientras ellos gozaban de una pieza con alguna chica que apareciera, además ha sido un problema con las novias que he tenido, hasta una siendo una rockera de sangre, sabía bailar muy bien salsa merengue y hasta champeta, y siempre era incomodo ver que bailaba con otras personas, Solo era hasta que me piden que bailara con ella comenzaba mi angustia, me decían -eyyy ven sigues tu... - entonces viniste hasta aquí para no bailar... -oye que amargado eres!, y no puedo... el pánico del hacer el ridículo ha sido mi peor acompañante a la hora de tratar de hacerlo, además siempre me han dicho que soy muy "tieso" en mis movimientos, parezco un robot, y si bailo pasan mil colores en mi cara, y no lo disfrutaría como debe ser.... de hecho la unica vez que lo intenté, terminó en una cara de burla de mi ex novia, desde ahí me dije ni por el putas vuelvo a bailar con alguien, no sé como explicarselo a la nueva chica con quien comienzo una relación... me pide a gritos que vayamos a bailar... creo que tendrá que comprender que es la única cosa que jamás haremos juntos.

    ResponderEliminar
  10. Yo tbn la sufro y esta arruinando mi vida la chica que amo es muy divertida y bailarina y le molesta que no disfrute con ella el salir a discostecas o bailar en fiestas no se que hacer para superar esta fobia , nesecito ayuda :(

    ResponderEliminar
  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  12. Es un infierno, soy de Bogotá, Colombia. danielmsanchez98@hotmail.com
    Si alguien desea conversar

    ResponderEliminar
  13. Bueno, me pasó lo mismo, con mayor sufrimiento en la adolescencia y juventud...

    ResponderEliminar
  14. hola,se que estos comentarios tienen ya algun tiempo,pero no podia dejar de leerlos y ver la cantidad de personas que sufren por esto del miedo bailar,yo en poco estare sacando un infoproducto sobre como vencer el miedoa bailar en publico,si alguien desea mi ayuda me puede dejar su correo electronico,el que mas le convega,escribiendome a darivar1506@gmail.com .Un saludo a todos.

    ResponderEliminar
  15. Soy mujer, de Argentina, y confirmo que esto existe en las mujeres...
    Me leí a mi misma en el blog sinceramente
    En un principio, pensaba que no lo hacía por gusto (ODIO las "ondas" musicales modernas y los "archivos de sonido" que no son música con un solo acorde letra y ritmo repetitivos, aka el folklore de mi país), que cuando lo tenga que hacer para quedar bien lo haría y ugh... llegó el viaje del último año e incluso los cumpleaños de 15 de las que considera¡é entonces mis ""amigas"" (que es mucho decir porque siempre fui leal como servidor de reyes en mis nulas amistades, hasta que poco después descubrí que no eran más que zorras que dejaron de quererme por no hacer twerking en la cara de los hombres adolescentes como ellas) Y NO LO HICE. Y al igual que ustedes, 91 personas que creí les agradaba pasaron a calumniarme como apática

    No me arrepiento de haber tenido pánico ni de evitar avergonzarme frente a los demás, del solo pensarlo me da dolores de cabeza y malos recuerdos (lo sé, esto es pura autojustificación y no elimina ningún problema) , pero creo que las personas que solo quieren a otras por como bailan, se visten, la música que escuchan o seguir una moda NO VALEN LA PENA NI SON O SERÁN AMIGOS DURADEROS

    ResponderEliminar