viernes, 10 de diciembre de 2010

Conversando con uno mismo...

Ciertas cosas que están ocurriendo últimamente me tienen un poco preocupado. No puedo entrar en más detalles porque no sé quién leerá esto, sólo sé que en los momentos difíciles hay que seguir adelante, con optimismo y confianza, y no mirar atrás. Sin embargo no he podido evitar recordar una lectura de mis tiempos de universidad, o incluso antes, hace más de 20 años, cómo pasa el tiempo...

Esto es lo que -creo recordar- era un poema de Víctor Manuel San José (sí, el cantautor, que aparte de canciones también escribía letras sin música en sus tiempos mozos):




He conversado largamente con mi desesperación.
Hemos delimitado los terrenos.
En adelante, ella ocupará tres cuartos de mi alma, y el otro
será un pequeño templo de esperanza.


Ha jurado respetar mis ideales. Sueños.
Entre medias palabras insinuantes,
aseguró que siempre hay tiempo
para alcanzar la verdad en este mundo
y que ella, con sus fuentes emanantes, sublimes,
intercederá, para dejar mi pecho a salvo de verdades
y poder concluir así, felizmente vacío,
en una clínica mental.


Víctor Manuel San José 


La verdad es que no sé por qué me he acordado hoy de este poema, hasta el punto de querer transcribirlo, lo más literalmente que he podido, si no me traiciona la memoria. Bueno, pues aquí queda.

Tampoco es que en estos momentos me esté visitando la desesperación. Afortunadamente uno ya está muy tranquilo a todos los niveles, laboral, personal y familiar. Pero tampoco viene mal un poco de reflexión de vez en cuando, para mantener el equilibrio emocional.

Esta foto es de uno de los lugares donde más paz encuentro para conversar conmigo mismo...

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